miércoles, 12 de mayo de 2010

El destino no tiene favoritos

Pero en materia de comida peruana yo si lo tengo y es el cebiche o Sebiche. La peli que recuerdo con el titulo, es una comedia que enganche por cable que realmente me pareció excelente. Mucho de cine peruano no tenia en mi haber (Algún Pantaleón y las visitadoras, una bio de Jaime Bailey para el olvido y un par de cositas mas). Pero para muestra vale un botón y me quedo con la producción de Alvaro Velarde que supo representar a Perú en los Goya y cosecho un par de premios internacionales. Geniales Angie Cepeda como la mucamita inocentona, Elena Romero como la invalida ricachona que encadena el destino de su marido a la silla de ruedas en la que se desplaza por la gramilla de los sets y las dos empleadas que chantajean a la patrona para poder tener un bolo en la novela. Recomiendo ampliamente

Y recomiendo ampliamente Cebiche resto bar. Noble representación del país del norte en estas tierras. Emplazada en una casona frente al Centro Cultural Alta Córdoba, leí en su pag web que viene de la esquina de Catamarca y Maipú en sus orígenes.

Por dentro una decó estridente, con mucho color, laminas y cositas de adorno que hacen esperar la aparición de cholas carnavaleras de atrás de las columnas, quizás no condice mucho con las sillas colorincheadas de plástico, muy modernosas para el estilo.

La atención es excelente. Si bien es un salón muy grande, la única moza que estaba se daba maña para atender cálidamente y explicar los términos insólitos de la carta.
La carta. Que tema. Viene tupidita. Dividida en entradas, carnes, pescados y demases, uno no sabe con qué quedarse.

La verdad, quiero volver porque me tente con muchas cosas.

Gracias a Dios y al que hizo el menú, hay una recomendable picada de la casa que trae un picoteo por las principales y mas curiosas cuestiones: así, se amontonan unos anticuchos de corazón de res (¡son brochettes, espectaculares!), una cazuela con papas a la huascaina (mezcla de leche con queso, huevo, ají amarillo y galleta, que parece salsa golf) sumamente suave y útil para apaciguar el fuego del cebiche. Si algo me ha gustado últimamente, tengo que decir que fue este plato. Viene servido en unas conchas con el perdón de la palabra. Para el que no sepa de que se trata, es pescado y marisco cortado chiquito, macerado en limón, pimienta negra, sal, cilantro, cebolla y jengibre (al que llamaremos en estos territorios "kion"). Un placer.

También vienen unos chicharrones de pescado (es como la tempura de los orientales, harina y ¡al aceite!) y un tamal de pollo, aceituna y maíz (que no me terminó de convencer, pero seamos piadosos). Me quedaron pendientes unas cazuelas entre las que destaco la de pescado sudado que parecía genial.


Hay chow fan (reabutizado arroz chaufa), cebiche vegetariano, tallarines con mariscos, bistec a lo pobre (con banana frita), salteados de pollo o pescado... Y para los mas tradicionales, rabas, que son riquísimas (una sola porción nutre a varios), milanesas y supremas, amen de entrecottes a la tradicional (¡pero para eso andáte a la rotiseria de la esquina!)


La carta de vinos esta mas que aceptable. No tome vino. Me dedique a la chicha. Un placer. Ojo que mancha. Viene con daditos de manzana y limón, una jarra para dos es suficiente.


De postre me lance a la leche asada, que es un flan ultra fresco de leche condensada.


Mi acompañante se jugo por los Picarones, que son unos buñuelos de batata que nadaban en un almíbar, con anís. No me gustaron para ser sincero. Pero sobre gustos...

Los precios mas que acomodados. Excelentes para decir verdad. Una porción de rabas, una picada de la casa, dos postres y una jarra de chicha, $ 80. Y salís más que satisfecho.

Me gustó que la carta venga con explicaciones, a más de las que da la moza, son útiles para ir comiendo y leyendo de que se trata. La vajilla es de lo más simpática. Nada pretenciosa, pero llama la atención.

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Ah! un detalle. Ví pasar porciones de los platos que menciono individuales: son como para seis. ¡Sumamente generosas! Y por ahí, una tortilla quemada al pisco que la moza con maestría repartió entre varios. Para mayor ilustración, remito a la pag web que viene con una musiquita peruana de lo mas simpática (claro que como la uso de machete, ya la escuche como dieciséis veces y me está empezando a taladrar el hipotálamo)

Mientras recuerdo a los personajes de "El destino no tiene favoritos" hablar de "dos poios", siento aún el sabor de la chicha en la boca. Hay que volver. Definitivamente.

www.cebiche.com.ar
Jerónimo Luis de Cabrera 1041 / Alta Córdoba
Reservas: 4717520/156376388

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